La reinvención como motor del cambio personal, profesional y en los negocios

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La vida nos regala nuevos caminos si sabemos mirar con perspectivas distintas a las habituales. Atrevernos a dar el paso y confiar en nuestras fortalezas para salir adelante -sean cuales sean las circunstancias- forma parte de la reinvención y la gestión del cambio.

Este fue el eje conductor de la conversación que mantuve con Maria Díaz, Directora General del hotel Cigarral El Bosque de Toledo y posteriormente con expertos en pymes y digitalización dentro del programa Compartiendo Conocimiento gracias a la iniciativa de BBVA – El Mundo.

La reinvención forma parte de nuestra vida desde que nacemos hasta que llegamos al fin de nuestra existencia. El proceso de desarrollo que experimentamos al pasar de una etapa a otra supone un crecimiento importante para adaptarnos mejor a cada momento, a pesar de las dificultades que esos cambios traigan aparejadas. Es parte de nuestra naturaleza humana.

Fuente imagen Pexels en Pixabay

Entender los procesos de cambio –en lo personal, lo profesional y en los negocios- desde esta perspectiva, ayuda mucho a aliviar inquietudes, dudas y bloqueos emocionales que viviremos en cada momento. A pesar del sufrimiento que conlleva, cada crisis vital y profesional implica que una etapa ha concluido y que, mientras se inicia la nueva, pasaremos por momentos de incertidumbre y de vacío.

Sin embargo, ese “vacío” no es estéril, sino tremendamente rico a pesar del miedo que nos produce. Este vacío nos lleva a la introspección, a buscar en nuestro interior para encontrarnos con nosotros mismos. Momentos obligados de modo “pausa” que nos alejan de lo urgente y lo accesorio de nuestra vida para adentrarnos en la reflexión, en el balance de lo que ha sucedido hasta el momento. Repasamos las personas y las situaciones que hemos tenido en el camino. Las circunstancias difíciles que no quisiéramos volver a vivir de nuevo.

En esta oscuridad interna comenzamos a filtrar lo que ya no queremos en nuestra vida: personas, situaciones, sentimientos…. ¡Un tremendo y a veces doloroso trabajo interior, sin duda alguna! Sin embargo, totalmente necesario para identificar qué pensamientos, emociones y acciones teníamos en aquellos momentos y que nos hicieron llegar al presente.

Este viaje al pasado, desde la mirada de un cambio de etapa, es muy productivo en nuestra vida. Utilizando un paralelismo de la Naturaleza, la “semilla” ha arraigado con fuerza en la tierra y el crecimiento vendrá en el tiempo necesario y adecuado para cada persona. Paciencia, confianza, constancia y resiliencia son las claves que, en mi opinión, nos sostienen en este tiempo donde aún no “vemos” resultados externos.

¿Cómo cuidar, abonar y regar este proceso de crecimiento y de reinvención en nuestra vida?

  • Buscando e identificando nuestras propias fortalezas . En ellas nos podremos apoyar e impulsar con confianza para atrevernos a dar los pasos necesarios.
  • Agradeciendo las lecciones de vida aprendidas, a las personas y circunstancias que nos han llevado a ser las personas que hoy somos, con toda nuestra grandeza humana.
  • Proyectando nuestra nueva etapa de vida. La neurociencia y la psicología positiva han demostrado cómo se activan las hormonas de la felicidad -dopamina, oxitocina, endorfina y serotonina- para disponer de la energía interna necesaria en la “nueva vida”. Ejercicios como la visualización creativa o escribir la “carta a los Reyes Magos”, entre otros, estimulan nuestros pensamientos y emociones de manera creativa.
  • Explorando, aprendiendo y descubriendo todo lo que la vida nos presenta en esta nueva etapa.

Motivación, confianza en uno mismo, ganas de aprender y apertura y flexibilidad a nuevos entornos son los nutrientes de nuestro crecimiento como personas, como profesionales y también en el ámbito de los negocios.

En estos últimos la capacidad de adaptación a las necesidades del mercado y de los clientes juega un papel clave para sobrevivir en el contexto actual. Al igual que para las personas, se abren nuevas oportunidades para ser más eficientes, sostenibles y resilientes.

Fuente de la imagen: Compartiendo Conocimiento El Mundo

Este proceso de reinvención nos permite comprobar que la vida ofrece múltiples caminos. Lo importante es descubrir a dónde queremos llegar y orientar nuestros pasos hacia el destino elegido.

Para concluir, mi agradecimiento especial a Ana Gómez García (BBVA), Desiree García (Fundación máshumano), Diego Serrano y Raúl Serrano (Secuoya Studios), Marta Sánchez y Oskar Arriola (Btob Livebrands) que han hecho posible mi participación en Compartiendo Conocimiento y, por supuesto, a María Díaz (Cigarral El Bosque) por su generosidad y confianza.

La confianza, un valor intangible, cada más en alza

Photo by Riccardo Annandale on Unsplah

La confianza en una persona, en un país, empresa o institución es un activo intangible de gran calado en cuanto a su influencia y valor social con repercusión a nivel económico.

Entre las definiciones de confianza que muestra el diccionario de la RAE encontramos una que dice: “la esperanza firme que se tiene de alguien o algo”.

¿Y, cómo podemos valorar la confianza en relación con la esperanza?

Ambos conceptos en sí son abstractos e intangibles. Lo que no cabe duda, en mi opinión, es que en esta relación no existen demasiados matices intermedios.  O tenemos confianza en alguien o algo o no la tenemos.

¿Qué elementos confluyen para que tengamos o no confianza?

Claramente dos: razón y emoción.

Desde la perspectiva de la sociología, así como desde enfoques filosóficos y psicológicos, se considera la confianza como creencia u opinión sobre una persona o institución, que nos indica que serán capaces de obrar de manera adecuada ante determinadas circunstancias. Es decir, buscamos argumentación racional que valide aspectos emocionales.

Desde hace unos años estamos asistiendo a una perdida generalizada de confianza en los gobernantes, los líderes políticos, las instituciones y las empresas. Factores como la falta de escrúpulos, la ambición desmedida, la corrupción, la crisis económica, los recortes y las estrategias cortoplacistas de rendimientos grupales y económicos a toda costa, sin considerar el bienestar general y sostenible explican, entre otras razones, que la confianza, ese valor intangible tan importante para las relaciones humanas y sociales a todos los niveles, se esté perdiendo a pasos agigantados.

A escala mundial y nacional, la falta de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace por parte de gobiernos, partidos políticos, empresas y otros tipos de instituciones es de tal magnitud que ciudadanos, consumidores, clientes, empleados y usuarios estamos desarrollando emociones como enfado, apatía, incredulidad.

En definitiva… ¡¡¡desconexión!!!

El impacto creciente de las redes sociales en la generación de tendencias de opinión y hábitos de actuación en la población ha hecho que cada vez más las organizaciones –públicas y privadas- mencionen la confianza en sus mensajes. El problema real de la falta de confianza es que las actuaciones y hechos políticos y empresariales van por un lado y la comunicación va por otro.

Según el informe KPMG de Tendencias en 2017 los activos intangibles suponían un 80% del valor de las empresas cotizadas. Aspectos como la innovación o la reputación constituyen elementos clave frente a la importancia dada a los activos tangibles, físicos y financieros.

Ahora bien, la confianza no se crea de forma instantánea, sino que debe construirse paso a paso sobre bases muy sólidas, coherentes y sostenidas en el tiempo.

La confianza es muy difícil de ganar. Sin embargo, es muy fácil de perder.

¿Qué ha ocurrido para que la confianza sea un valor cada vez más en alza?

Por algo tan simple como es la ley de oferta y demanda.

El índice de agilidad competitiva elaborado por Accenture en 2018 para medir la confianza refleja claramente que es un componente clave. Tras analizar más de 7.000 empresas durante más de dos años, se observó que más de la mitad tuvo una pérdida relevante de confianza, lo que supuso una caída de 2 puntos en dicho índice o el equivalente medio de un 5,8% en el crecimiento de los ingresos.

Vídeo de Accenture España

La gestión de la confianza, según Accenture, debe formar parte de la estrategia de negocio basada en los siguientes pasos:

  • Medir el nivel de confianza de la empresa, es decir, trasladar las opiniones a cifras.
  • Hacer de la confianza un cimiento cultural empresarial a todos los niveles desde los altos cargos directivos.
  • Considerar la confianza como ventaja competitiva sostenida a medio y largo plazo, frente a políticas cortoplacistas que ponen en peligro el crecimiento.

En definitiva, la gestión de la confianza y de la reputación se basa en un marco ético y real de valores humanos. Se trata de sembrar y mantener actitudes honestas con foco sostenido en el crecimiento y bienestar general a medio y largo plazo no sólo en las empresas, sino en el resto de instituciones de la sociedad, gobiernos, partidos políticos, …..

Sin duda alguna, ¡!hay tarea para muchos años!!

Photo by Riccardo Annandale on Unsplah

Superar el miedo al fracaso

Imagen de Unsplash

En la pasada Píldora de inspiración hablamos sobre el fracaso como la frustración por no alcanzar un objetivo o no lograr un desempeño acorde con determinadas expectativas. La percepción del fracaso está condicionada por diferentes estándares, valores o sistemas de pensamientos por los que nos guiamos. Por eso, un fracaso para una persona puede ser una gran experiencia de aprendizaje para otra.

En nuestra sociedad estamos acostumbrados a hablar sobre “casos de éxito” o “personas de éxito”. Pero esto ¿siempre es así?

Nos molesta hablar de fracasos y mucho más aún de miedo al fracaso. Sin embargo, ocultar algo que no nos gusta no ayuda a resolverlo. Es bueno ponerlo encima de la mesa para analizarlo y encontrar las claves para su superación.

Primero tenemos que conocer las posibles causas del miedo al fracaso:

  • La excesiva crítica o falta de comprensión por parte de los padres durante la infancia puede acarrear estos sentimientos negativos a la etapa adulta
  • La experiencia de algún momento traumático en nuestra vida puede hacer que este miedo se mantenga durante años
  • También una baja autoestima por compararnos con los demás, preocuparnos excesivamente, enfocarnos en lo negativo o ceder a los deseos de los otros pueden ser motivos de este tipo de miedo

Ahora bien, tan importante como saber las posibles causas es poder identificar las señales que marcan ese miedo para gestionarlo de forma adecuada.

¿Cómo lo identificamos?

  • Reticencia a probar nuevas formas de hacer las cosas o afrontar proyectos desafiantes
  • Auto sabotaje y excesiva ansiedad
  • Diálogo interior con pensamientos negativos sobre sí mismo
  • Exceso de perfeccionismo

En todo lo que hacemos existe siempre una probabilidad de fallo. Afrontarlo y aceptarlo como tal no es sólo una prueba de coraje, sino también es toda una actitud positiva que nos permite una vida más plena y gratificante.

¿Qué podemos hacer para gestionar el miedo al fracaso y minimizar sus efectos?

  • Analizar los posibles escenarios, incluso el peor, y los resultados que podríamos tener en cada uno de ellos
  • Pensar en positivo para aumentar la autoestima y vencer el auto sabotaje
  • Tener un plan “B” para ganar confianza y anticiparnos al miedo ante la incertidumbre
  • Establecer metas pequeñas y alcanzables que impulsen a la acción y a elevar también la confianza en uno mismo.
  • Visualizar cómo nos sentiríamos, qué pensaríamos habiendo vencido ese miedo

John Caunt -en su libro “Eleve su autoestima”- propone algunas técnicas para fortalecer nuestra mente y nuestra actitud hacia el fracaso, entre las que destacan:

  • Reconocer y hacer un listado de nuestras cualidades positivas
  • Relacionarnos con personas positivas
  • Aceptar lo que no podemos cambiar
  • Dejar de compararnos con los demás
  • Saber decir “no”

Todos hemos tropezado y tropezaremos a lo largo de nuestra vida. Hemos tomado y seguiremos tomando decisiones equivocadas. Pero eso no significa que debemos pararnos… Es muy importante pensar en todas las oportunidades que perderíamos si permitimos que los fracasos y las caídas nos detengan.

No somos víctimas de las circunstancias, sino responsables de nuestras decisiones y acciones. Tenemos la libertad de elegir cómo pensar y qué actitud tomar.

Podemos elegir ver el fracaso como el fin del mundo o, por el contrario, elegir ver el fracaso como una experiencia de aprendizaje, como una lección muy importante para nuestro crecimiento y para evitar caer en el mismo error de nuevo.

¡!El fracaso sólo nos detiene si lo permitimos!!

Hacia un nuevo modelo de liderazgo

Imagen Stefan Stefancik by Unsplash

Imagen Stefan Stefancik by UnsplashLos rápidos y constantes cambios sociales y tecnológicos que estamos viviendo desde hace sólo unas décadas y… los que puedan venir en adelante con la implantación de la inteligencia artificial, por ejemplo,… nos llevan a entender que debemos ir hacia un nuevo modelo de liderazgo.

Este fue el tema que tratamos en la sección Píldoras de inspiración del programa enComunicación donde comentamos la perspectiva de Barbara Kellerman, miembro fundadora de la Asociación Mundial de Liderazgo y autora del libro El fin del liderazgo.

Aporta un matiz nuevo “el sistema de liderazgo” con tres partes relevantes entre sí: el líder, los seguidores y el contexto. Algunas de las interesantes ideas se basan en:

  • La holocracia, los equipos de trabajo son autónomos para organizarse internamente para cumplir los objetivos
  • Poner a los seguidores en el foco de atención
  • El saber es compartido entre los miembros de la organización. Podríamos considerar el mentoring en doble sentido de líderes a colaboradores y viceversa
  • Liderazgo efímero de los cargos CEO al igual que el de las empresas globales que no tienen garantizado el protagonismo
  • El usuario manda en la era digital. De hecho, se han creado puestos de trabajo basados en el cliente como community manager o data analist.

También en esta perspectiva recomiendo el libro Business minds que recopila una serie de entrevistas con expertos de prestigio como Koter, Peters, Senge…entre otros.

Quiero destacar especialmente el punto de vista de Benis que enumera cuatro habilidades clave para el nuevo modelo de liderazgo:

  • Entender y practicar la apreciación de los demás. Deben conocer y desarrollar el talento
  • Recordar constantemente al equipo qué es lo importante
  • Generar y mantener la confianza
  • Líder y colaboradores son estrechos aliados

Con los grandes avances tecnológicos que puedan existir, estoy convencida de que el eje fundamental y estratégico estará en las personas, que seguirán teniendo el poder de transformar la realidad y lograr los objetivos propuestos, con independencia del tamaño de la organización.

Y en este entorno resulta clave el desarrollo un nuevo modelo de liderazgo.