En la pasada Píldora de inspiración hicimos un repaso de las distintas vertientes de la solidaridad y la contribución activa que están aportando las generaciones más jóvenes.
Han desfilado los nombres de Guillermo Martínez, Gino Tubaro y Mateo Salvatto entre otros, quienes, con creatividad e ingenio sorprendentes, hicieron realidad dispositivos y aplicaciones que facilitan la vida a muchas personas con problemas de movilidad y/o de limitaciones auditivas.
El espíritu que guía Píldoras de inspiración es el cambio positivo en la realidad que nos rodea. Construir un mundo más justo y más dispuesto a tender una mano al que sufre.
La historia de hoy tiene nombre de mujer y está protagonizada por Ananya Chadha. Es una joven canadiense de tan sólo 16 años que piensa que “la única manera de crear un futuro mejor para la humanidad es incrementar la inteligencia humana”.
Sorprende ver esta actitud tan positiva y decidida en una adolescente ¿verdad?
Ananya forma parte de un ambicioso programa de “aceleración de personas” que promueve The Knowledge Society, una incubadora de innovación especializada en desarrollar el talento y habilidades de la próxima generación de emprendedores de entre 13 y 17 años.
La labor de esta joven está enfocada en el desarrollo de la interfaz cerebro – ordenador, es decir, la pasarela de comunicación directa entre un cerebro conectado a un dispositivo externo.
Actualmente Ananya es la desarrolladora más joven especializada en este tipo de interfaces. Podemos ver un video de Discovery Channel donde esta adolescente explica cómo utiliza sus ondas cerebrales para encender y apagar música o manejar un coche de juguete de control remoto.
También Microsoft y Udacity han apoyado algunos proyectos de esta estudiante dirigidos hacia el desarrollo y la construcción de coches y prótesis controlados por el cerebro, además de juegos de realidad virtual.
Pero el interés de Ananya no se queda sólo en el campo de la interfaz cerebro-ordenador, sino que se extiende también a otros ámbitos como la genómica y la tecnología blockchain.
Durante sus prácticas como estudiante en investigación genética dentro del Hospital de Toronto para niños, pudo aprender de varios expertos en bioinformática y desarrolladores de learning machine.
Ananya comenta que una parte relevante de la comunidad científica está en transición hacia el uso de la inteligencia artificial como un método para detectar mutaciones en el ADN. Considera que este podría ser un camino, lógicamente todavía no explorado al completo, para encontrar cura de enfermedades provocadas por esas mutaciones.
Su aspiración es crear una empresa que impacte positivamente en la vida de millones de personas. Por eso su máximo foco está en construir las habilidades y el conocimiento necesario para hacerla realidad.
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